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Jul 05, 2023

Ampliar la química verde: un catalizador para el cambio

La química verde se basa en el concepto de minimizar el uso y la generación de sustancias peligrosas. En el pasado, los productos de química verde siempre enfrentaban un desafío similar: si bien los beneficios ambientales y sociales eran grandes, el desempeño no cumplía con las expectativas en términos de desempeño (de limpieza).

Afortunadamente, eso ha cambiado. Durante la última década, la química verde ha crecido enormemente, ofreciendo nuevas posibilidades para alejarse de las prácticas convencionales. A nivel mundial, se ha vuelto primordial priorizar la reducción del impacto ambiental manteniendo al mismo tiempo la eficiencia industrial. A medida que las preocupaciones ambientales se vuelven más apremiantes, el imperativo de la química verde se vuelve aún más evidente.

Este es especialmente el caso de los productos de limpieza ecológicos. Los productos de limpieza convencionales a menudo tienen como objetivo reducir su impacto ambiental analizando opciones de embalaje y reciclaje, en lugar de centrarse en la composición real de los ingredientes.

Sin embargo, los productos de limpieza ecológicos han surgido para revolucionar la limpieza industrial. Al implementar formulaciones avanzadas, estos productos más nuevos limpian de manera efectiva y se alinean con la gestión ambiental, mitigando la contaminación y contribuyendo al mismo tiempo a los objetivos ESG.

Entonces, ¿qué ha cambiado? En primer lugar, la atención mundial sobre el impacto ambiental fuera de las tradicionales emisiones de CO2 ha aumentado significativamente. La sostenibilidad se entiende en términos mucho más amplios que centrarse únicamente en las emisiones al final del proceso. El año 2015 marcó la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas.

En el centro de la agenda se encuentran 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los ODS reconocen que la sostenibilidad significa poner fin a la pobreza a través de estrategias que también mejoren la salud y la educación, reduzcan la equidad y estimulen el crecimiento económico, todo ello mientras se combate el cambio climático y se promueve la preservación de nuestros océanos y bosques.

Este marco regulatorio global, junto con otras regulaciones fundamentales acordadas ese mismo año, como el Acuerdo Climático de París, garantizó que las empresas de todo el mundo tuvieran un marco similar en el que trabajar. En el caso de las soluciones de limpieza ecológicas, las empresas innovadoras tuvieron que desarrollar formas menos tradicionales de cumplir los objetivos de los ODS en lugar de centrarse únicamente en la huella ambiental.

Un ejemplo notable es el ODS 12, que aborda el consumo y la producción responsables. Los productos de limpieza ecológicos ejemplifican este objetivo al reducir el uso de productos químicos nocivos y desechos y adoptar prácticas de abastecimiento sostenibles.

Estos productos dan prioridad a los ingredientes no tóxicos, frenando eficazmente la contaminación y conservando los recursos. Para dar un claro ejemplo: los productos de limpieza convencionales –incluso para uso doméstico– deben llevar etiquetas que muestren los ingredientes peligrosos. Las soluciones ecológicas y sostenibles no necesitan esas certificaciones y son seguras de usar.

Otro ejemplo es el ODS 3, que se centra en la buena salud y el bienestar. Los agentes de limpieza tradicionales suelen contener productos químicos nocivos que requieren extremo cuidado al manipularlos y pueden provocar efectos adversos para la salud. Por otro lado, los productos de limpieza clean priorizan formulaciones a base de agua no tóxicas que reducen el riesgo de complicaciones relacionadas con la salud.

Curiosamente, los productos de limpieza pueden verse como el modelo de la química verde en general. El secreto para llevar al mercado soluciones fuera del ámbito tradicional de los productos es repensar su funcionalidad y su impacto de manera integral y drástica. Para dar un ejemplo vívido: ¿Qué pasaría si los productos de limpieza ecológicos no disolvieran la suciedad, sino que la sacudieran, garantizando que necesitaría menos ingredientes químicamente peligrosos para lograr la misma eficiencia de limpieza?

Este pensamiento holístico abarca todo el espectro de la vida útil del producto: comienza con el uso de formulaciones que sean seguras con poco o ningún impacto ambiental, que sean fáciles de manejar durante el envío y la aplicación, que protejan las superficies donde se usan (en lugar de degradarlas, lo que lleva a impacto ambiental adicional), así como minimizar cualquier impacto ambiental al final de la vida útil del producto.

La faceta oculta de la industria de la limpieza acentúa el poder transformador de la química verde. A menudo relegada a procesos auxiliares, la química verde puede generar contribuciones sustanciales a los ODS. La integración de la química verde en actividades centrales de creación de valor dentro de las industrias puede redefinir el impacto ambiental de estos procesos.

La química verde es un catalizador del cambio. La urgencia de las emergencias ambientales actuales exige soluciones innovadoras que trasciendan las prácticas tradicionales. La química verde encarna nuestra transformación necesaria, haciendo hincapié en el diseño de productos sostenibles, la integración integral del ciclo de vida y la prevención proactiva.

Resuena con los valores fundamentales de la sostenibilidad, aprovechando la innovación para defender la creación de valor económico, una baja huella ecológica y contribuciones sociales positivas. Las empresas innovadoras de química verde impulsan este cambio: es hora de un cambio a escala global.

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